Certificar a médicos especialistas, pauta para hacer negocio, señalan académicos.
°El procedimiento aún es voluntario, pero se volverá obligatorio, afirma Enrique Wolpert
°En el modelo estadunidense imperan las reglas del mercado, sin garantizar calidad, advierten
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Sábado 15 de octubre de 2011, p. 32
La obligación de contar con una constancia para
ejercer cualquier especialidad médica, sin importar qué universidad
otorga el grado, puede convertirse en una muy mala copia
del modelo de certificación estadunidense, en el que imperen reglas de mercado, sin que esto necesariamente garantice calidad académica
, afirmaron especialistas en educación superior.
Luego que el Senado aprobó en septiembre pasado una reforma a la Ley
General de Salud, en la que se establece que para realizar en México
cualquier procedimiento médico quirúrgico de especialidad, los médicos
deberán contar con cédula profesional legalmente otorgada por autoridad
educativa competente, pero también con un certificado de especialista
que acredite su capacidad y experiencia expedida por el consejo de la especialidad, según corresponda
, alertaron que cuando se cobra por acreditar, se abre la puerta al negocio
.
Sergio Martínez Romo, catedrático de la Universidad Autónoma
Metropolitana, especialista en política educativa y mecanismos
evaluatorios, indicó que en los pasados 20 años, las universidades
públicas federales y estatales avanzaron en sus procesos de
autoevaluación para garantizar la calidad de los programas académicos
que imparten, los cuales cuentan con la participación de destacados
expertos, quienes ocupan los cargos de forma honoraria o con salarios
que cubre la misma universidad
.
No se trata, indicó, de no participar en evaluaciones externas, pero bajo normas
muy claras, en las que no impere el modelo de mercado, pues la
experiencia nos advierte que cuando intervienen asociaciones de
profesionales, colegios o sociedad sin establecer condiciones precisas, y
se abre la oferta de evaluación, en realidad se genera un mercado, lo
que puede hacer de la tarea evaluatoria sólo un buen negocio
.
Martínez Romo explicó que el modelo de evaluación externa estadunidense no
es necesariamente la mejor alternativa. En otros países, como
Inglaterra, se han encontrado otras soluciones de calidad para evaluar
las prácticas y conocimientos entre pares, pero sin el riesgo de crear
cotos de mercado
.
Por separado, Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México,
alertó que la obligación de contar con una certificación para ejercer
una especialidad médica debe ser analizada cuidadosamente, si no queremos hacer de algo que puede ser positivo, sólo un buen negocio
.
Es un tema, abundó, muy complejo, pues toca aspectos como la
autonomía universitaria, pero también requiere de un análisis profundo,
para establecer cuáles son las potenciales ventajas y desventajas de
establecer estos mecanismos
.
Salvador Jara Guerrero, rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, afirmó que con este decreto peligra
la autonomía universitaria, porque, en los hechos, no serán reconocidos
los grados de especialización que otorgan las universidades, lo que
resulta sumamente grave
.
De acuerdo con cifras de la Subsecretaría de Educación Superior, en
México la población escolar que cursa programas académicos en ciencias
de la salud, que entre otros campos del conocimiento incluye las
especialidades médicas, alcanza un total de 273 mil alumnos, lo que
representa 8.9 por ciento de la cobertura nacional en educación
superior.
Por ello, Jara Guerrero afirmó que las universidades estatales estamos
en favor de la evaluación, pero ésta tiene que ser entre pares, porque
en el momento que se solicita que acrediten organismos privados, y que
sean estas instancias quienes den el aval a las universidades públicas,
se pone en duda la calidad de las mismas, y se le da toda la confianza a
organismos que tienen intereses, que aunque pueden ser legítimos, son
muy distintos a los de la universidad pública
.
Niega coordinador del comité normativo que se pretenda violar autonomías universitarias
Ángeles Cruz Martínez
No existe ninguna intención de violar las autonomías de las
universidades. La obligación que determina la reforma a la Ley General
de Salud (LGS) para que los médicos especialistas se certifiquen ante
los consejos de especialidades tiene como único fin garantizar que los
servicios clínicos públicos y privados sean de la más alta calidad,
afirmó Enrique Wolpert, coordinador del Comité Normativo Nacional de
Consejos de Especialidades Médicas.
Respecto al rechazo a la modificación legal expresado por integrantes
de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación
Superior (Anuies), Wolpert puntualizó en entrevista que los
legisladores y las autoridades sanitarias y educativas nunca tuvieron la
intención de agraviar a las escuelas y facultades de medicina.
Atribuyó la postura de la agrupación a una confusión por la redacción
del último párrafo del nuevo artículo 81 de la LGS que dice:
Para la
expedición de la cédula de médico especialista las autoridades
educativas competentes solicitarán la opinión del Comité Normativo
Nacional de Consejos de Especialidades Médicas
.
Wolpert comentó que todavía está pendiente la elaboración de los
lineamientos que harán efectivas las reformas a la ley y en los cuales
se podrá puntualizar el procedimiento a seguir en la certificación de
los especialistas. Para ello, el decreto fijó un plazo de 120 días
contados a partir de su entrada en vigor, que fue el 2 de septiembre de
2011.
El funcionario resaltó que el principal objetivo de la reforma es
asegurar que los profesionales de la medicina, sobre todo aquellos que
realizan procedimientos quirúrgicos, cuenten con entrenamiento,
habilidades, destrezas y pericia que exige su ejercicio. Esto incluye a
los recién egresados de las residencias médicas y a aquellos de mayor
experiencia.
Un médico que está al margen de la actualización, no participa en
congresos ni asiste a cursos de su especialidad, al cabo de cinco años
es factible que surjan dudas respecto a su capacidad y habilidades
profesionales, indicó.
Hasta ahora la certificación de especialistas ha sido voluntaria,
pero cada vez con más frecuencia se ha observado la necesidad de que se
vuelva un procedimiento obligatorio. Lo más evidente han sido las malas
experiencias en procedimientos de cirugías estéticas y reconstructivas.
De ahí las modificaciones a varios artículos de la LGS que ahora
determinan los requisitos que deben reunir los médicos especialistas,
así como las instituciones autorizadas para los procedimientos de
certificación y renovación de ésta a realizarse cada cinco años de
manera obligatoria.
También se fijaron regulaciones específicas para la práctica de las cirugías estéticas y reconstructivas.
Wolpert comentó que en el diseño de la reforma legal participó el
Comité a su cargo, el cual a su vez, representa a 49 asociaciones
civiles con más de 92 mil médicos, las academias Nacional de Medicina y
Mexicana de Cirugía, así como a 47 consejos de especialidades médicas.
En este trabajo también estuvo presente la Facultad de Medicina de la
UNAM, dijo, y por ello confió en que las dudas expresadas por
integrantes de la Anuies serán aclaradas. Wolpert se reunió ayer mismo
con los representantes de las universidades e instituciones de educación
superior.
ARTÍCULO ORIGINAL:
http://www.jornada.unam.mx/2011/10/15/sociedad/032n1soc