miércoles, 19 de enero de 2011

INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y PSIQUIATRÍA. UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA*

INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y PSIQUIATRÍA .
UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA*
Asunción Álvarez del Río, Ma. del Carmen Lara Muñoza,
* Una versión de este artículo fue presentada en el XX Congreso Nacional de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, en Mérida, Yucatán, noviembre de 2007.

Publicado en: PSIQUIATRÍA. ÉPOCA 2 VOL. 24 No. 2 Abril-Junio, 2008

RESUMEN
La relación entre la industria farmacéutica y los médicos es benéfica en muchos sentidos, pues los medicamentos que produce la primera representan la posibilidad de curar y aliviar los síntomas de muchos
pacientes, además de ofrecerles más y mejores años de vida. Esto es especialmente apreciable en el caso de las enfermedades mentales en las que muchos fármacos contribuyen a transformar una existencia
llena de limitaciones en una vida razonablemente satisfactoria.
Sin embargo, también existen algunos aspectos preocupantes desde una perspectiva bioética, los cuales se relacionan con los métodos que utilizan los laboratorios para aumentar las ventas de sus productos.
La participación en la formación de los médicos, la promoción de los medicamentos mediante regalos, el financiamiento de investigaciones y el pago por publicaciones que respalden científicamente sus productos
son sólo algunos de los medios que, de manera advertida o no, pueden afectar la objetividad y credibilidad de los médicos.

INTRODUCCIÓN
La relación entre la industria farmacéutica y los médicos es benéfica en muchos sentidos. Sin embargo, también comprende algunos aspectos que, desde la perspectiva bioética, causan preocupación.
En general, la bioética se puede definir como la reflexión sistemática sobre los problemas morales en las prácticas biomédicas y en las ciencias de la salud (Luengas y cols., 2007). Estos problemas se pueden relacionar con el proceso de adquirir conocimiento y con las aplicaciones que se le dan al mismo. El hecho de que exista una reflexión bioética sobre la industria farmacéutica se relaciona con la doble función que ésta desempeña: su contribución a la adquisición de conocimiento científico y su papel en la atención de la salud.
Todo lo que signifique impulsar la investigación tiene un enorme valor porque la ciencia avanza de acuerdo con una lógica en que cada conocimiento adquirido sirve de base para nuevos conocimientos futuros. En el caso de la industria farmacéutica, se añade el beneficio mucho más tangible de aportar nuevas posibilidades de tratamiento para innumerables enfermedades como resultado de la investigación científica que promueve.
De esta manera, los logros de esta industria se materializan en nuevos medicamentos, que constituyen una de las principales herramientas para curar y aliviar los síntomas de muchos pacientes y ofrecer a éstos más
y mejores años de vida. En el caso de las enfermedades mentales, los medicamentos brindan la posibilidad de transformar una existencia llena de limitaciones en una vida razonablemente satisfactoria.
Las compañías farmacéuticas son negocios y, como cualquier otro, buscan obtener la mayor ganancia por la venta de sus productos y los principales laboratorios del mundo han sido muy exitosos en este
sentido. De hecho, en los últimos años, la industria farmacéutica se ha vuelto una de las más rentables (Lemmens, 2004).
La preocupación de la bioética se refiere a los diversos métodos que utilizan los laboratorios para influir en los médicos, en los investigadores y en las instituciones encargadas de la atención de la salud o del desarrollo de la investigación —funciones que en muchos casos coexisten en las instituciones— y en esta forma aumentar la venta de sus productos.
El apoyo que dan los laboratorios a la educación médica, los equipos de investigación que regalan y las publicaciones, los viajes y los congresos que pagan no son condenables en sí mismos. De hecho, pueden significar una importante ayuda en la formación y desarrollo de los profesionales. Sin embargo, es necesario considerar hasta qué punto esta presencia introduce, al mismo tiempo, conflictos de interés que
representan un problema ético. ¿Se deberían evitar estos conflictos? ¿Se pueden resolver? ¿En quién recae la responsabilidad de evitarlos o resolverlos?
Éstas son algunas de las preguntas que importa revisar. La idea es generar una reflexión que ayude a anticipar y a enfrentar, de la mejor manera, situaciones que, aun cuando son éticamente cuestionables, se enfrentan con frecuencia y forman parte de prácticas que se consideranhabituales. Es necesario que esta reflexión se incluya también en la formación de los médicos y, en nuestro contexto particular, de los residentes de psiquiatría. Esto es particularmente importante si consideramos que los pacientes psiquiátricos requieren, en muchos casos, utilizar medicamentos de por vida, lo que implica un interés todavía mayor, por parte de la industria farmacéutica, por influir en la elección de los médicos para la prescripción de fármacos a lospacientes.
AQUÍ EL ARTÍCULO COMPLETO:


REVISTA PSIQUIATRÍA, ORGANO OFICIAL DE DIFUSIÓN, ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA A.C.

1 comentario:

  1. UN DIFICIL E INTERESANTE TEMA QUE ABORDA LOS PENDIENTES BIOÉTICOS DE NUESTRA RELACIÓN CON LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA. MUY RECOMENDABLE PARA NOSOTROS, NUESTROS ESTUDIANTES Y RESIDENTES DE MEDICINA.

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