jueves, 27 de enero de 2011

LA DEPRESIÓN Y EL PROCESO CREATIVO.*

 
Rodrigo Morales García
* Ponencia dentro de la mesa redonda "Literatura, Depresión y Violencia" Feria Internacional del Libro Universitario, FILU 2006. Agosto 2006. Xalapa, Ver.

¿Por qué razón todos aquellos que han sido hombres excepcionales en lo que concierne a la filosofía, la ciencia del Estado, la poesía o las artes son manifiestamente melancólicos? Con esta pregunta Aristóteles comienza el texto conocido como el Problema XXX y da origen a una discusión vigente hasta la actualidad: ¿Cuál es la relación entre la creatividad y la psicopatología? ¿La psicopatología facilita la creatividad? ¿La actividad creativa induce la aparición de alteraciones emocionales? **
 
La creatividad en la historia

Una de las más antiguas y persistentes nociones culturales –y también una de las más controvertidas– sostiene que posiblemente hay un vínculo entre la locura y el genio. En la mitología griega se describe la íntima relación que hay entre los dioses antiguos, la locura y las personas creadoras, y de una manera más dramática en las luchas dionisíacas entre la violencia y la creación, entre la locura y la razón.
En tiempos de Platón y de Sócrates se creía que los sacerdotes y los poetas se comunicaban con los dioses por medio de una inspiradora “locura” y el “fervor religioso”. En su discurso sobre la divina locura, dice Sócrates en el Fedro: “Si llega como un regalo del cielo, la locura es el canal por el cual recibimos las más grandes bendiciones […] los hombres de antaño que les dieron su nombre a las cosas no veían ninguna desgracia ni reproche en la locura; de otra manera no la hubieran relacionado con la más noble de las artes: el arte de predecir el futuro, que llamaron el arte maniaco [….] Por tanto, de acuerdo con las pruebas dadas por nuestros antepasados, la locura es más noble que la cordura, pues mientras la locura proviene de dios, la cordura es solamente humana”.
Durante la Edad Media se consolida la idea de que la genialidad se asocia a la patología mental. Nuevamente se le relaciona con la melancolía. Se describía entonces que esa melancolía generosa permitía al espíritu sensible manifestarse por medio de expresiones artísticas. Se trata de una melancolía erótica o de un furor erótico que lleva al mundo de las ideas, concepto que perdurará en el Renacimiento, cuando ser loco es ser humano y se hace un arte de la propia locura. En su Elogio de la locura, Erasmo de Rótterdam exclama que la locura, moira o stultitia es semejante a los dioses por los dones que distribuye; su poder se extiende a los orígenes de la vida humana ya que implica el placer como bien supremo, y la más elevada sabiduría se logra por el camino de la locura y no por el afán de conseguir la gloria, porque todas las pasiones humanas se hallan dentro de su reino. Describe dos tipos de locura: una que despierta guerra, muerte y destrucción, y otra, más deseada, que se manifiesta como un alegre extravío de la razón y que lleva la impresión del goce. Será loco el que salga de lo común y de lo habitual, y si es un artista, mientras mayor sea su extravagancia, más aclamado será por el público, dice en su texto.
No es sino hasta entrado el siglo XVII cuando la creatividad empieza a ser abordada con los métodos de las ciencias naturales. Si bien el genio es la máxima expresión de la potencialidad humana, también lo es de la anormalidad mental. Se pensaba que su neurofisiología sería entonces distinta de la de otro ser humano sin esa característica.
Esta idea se iría abandonando paulatinamente para dar paso a un modelo más coherente del funcionamiento mental humano: la genialidad no es una cualidad extraña, rara o extraordinaria, sino una habilidad biológica y natural. Muchos son los estudios que, utilizando diferentes métodos de investigación, han encontrado asociaciones entre la actividad creativa y la proclividad a los estados emocionales alterados o mórbidos.
La idea más común en este sentido es la de que durante las etapas melancólicas los artistas son extremadamente sensibles para percibir nuevas ideas que elaborarán en etapas de mayor energía.
La enfermedad afectiva bipolar, antiguamente conocida como enfermedad maniacodepresiva, es, por su prevalencia, la que más se ha asociado a la vida de muchos artistas, en quienes ha sido evidente cómo su estado afectivo incide en la energía y creación de su arte, que muestra las mismas oscilaciones que la enfermedad provoca.
Otra idea interesante es aquella que postula que la enfermedad (no sólo la psiquiátrica) afecta la expresión creativa. Tal idea incluye al sufrimiento inherente a la enfermedad como el principal motor generador de mayor sensibilidad.

Artículo completo, publicado en La Ciencia y el Hombre, revista de divulgación científica de la Universidad Veracruzana, en este enlace.

La psiquiatría mexicana en deuda, Una semblanza del Dr. Rafael Velasco Fernández.

 Por:  Jorge Sánchez-Mejorada

Una ciencia sin conciencia no es otra cosa
que la ruina del alma.*


*Pórtico de la Universidad de Montpelier, Francia.

          En noviembre del 2007, en el XX Congreso Nacional de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) titulado “Psiquiatría: compromiso social”, en la ciudad de Mérida, Yucatán, el doctor Rafael Velasco Fernández pronunció la primera conferencia magistral que, desde entonces, llevaría el nombre de Ramón de la Fuente Muñiz, distinguido psiquiatra mexicano fallecido en 2006. El gremio de la psiquiatría académica reconocía, a través de esta designación como orador principal, la trayectoria de quien fuera en su momento fundador y presidente de la propia asociación. Un año después, en 2008, el gobierno de la República otorgó al doctor Velasco el Premio Nacional de Medicina en el campo de la salud mental.
          Estos reconocimientos del más alto nivel invitan a reflexionar sobre las aportaciones de este distinguido médico a los campos de la salud mental, la psiquiatría, la paidopsiquiatría y la prevención del consumo de drogas. Una mirada a su recorrido profesional es importante para entender el contexto desde donde se construyen estas aportaciones.
C.P.
          La visión integradora o integral de los fenómenos de la salud y de la enfermedad mental es, sin duda, una de sus aportaciones más significativas a la psiquiatría, aplicando este concepto a los problemas en los que ha profundizado a lo largo de los años. Su trayectoria es una muestra clara de esa búsqueda de espacios y posiciones desde donde ha hecho posible la generación y difusión de conocimientos científicos en el campo de la salud mental y la psicopatología. Del mismo modo, esta diversidad de espacios y posiciones ha convertido a Rafael Velasco en conocedor profundo de las realidades y las necesidades en el campo de la salud mental a nivel local, nacional e internacional. 

miércoles, 26 de enero de 2011

CALIDAD DE VIDA EN EL PACIENTE CON DEMENCIA. RESEÑA DE REUNIÓN.

Iniciando con las actividades académicas mensuales de APM, previa al congreso regional de Oaxaca,  se llevó a cabo en la ciudad de Xalapa, la sesión académica con el tema: "Calidad de vida en el paciente con Demencia" La presentación estuvo a cargo de la Dra. Alexandría Hernández (Psiquiatra) y el Dr. Héctor Colorado (Neurólogo) ambos con su actividad laboral en el ISSSTE del puerto de Veracruz. 
A la sesión asistieron socios activos y afiliados de APM, y tuvimos posteriormente una cena con el gentil patrocinio de Laboratorios Merz.
Los ponentes nos presentaron un proyecto de trabajo e investigación que han iniciado con pacientes que padecen Demencia y que incluirán en un tratamiento con memantina y grupo de apoyo en psicoeducación para familiares. El programa es novedoso en el sentido que no existía dentro de la estructura de los servicios clínicos del ISSSTE en Veracruz, un servicio que diera atención especializada a este grupo importante de usuarios y sus familias.


martes, 25 de enero de 2011

Instituto Nacional de Psiquiatría. Programas de cursos 2011.

CURSOS 2011, DEL INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA "DR. RAMÓN DE LA FUENTE"

Checa el enlace. De muy buena calidad y de muchas temáticas.

MINDFULNESS. INTERESANTE CURSO.

El Instituto Mexicano de Psicoanálisis Invita al curso sobre REDUCCIÓN DE ESTRÉS Y TERAPIA COGNITIVA BASADOS EN LA ATENCIÓN PLENA 

Prácticas de Meditación "Mindfulness" en la Medicina Mente/Cuerpo 
Impartido: Lic. Fernando A. de Torrijos. 
Adjunto: Dr. Alejandro Cordova C. 
Fecha. Del 21 al 25 de marzo 2011.
Sede: Instituto Mexicano de Psicoanálisis. (5º Piso). 
Dirección: Odontología Núm. 9 Col. Copilco Universidad Coyoacán. Tel. 5658-9822 e-mail: insmexps@prodigy.net.mx

miércoles, 19 de enero de 2011

INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y PSIQUIATRÍA. UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA*

INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y PSIQUIATRÍA .
UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA*
Asunción Álvarez del Río, Ma. del Carmen Lara Muñoza,
* Una versión de este artículo fue presentada en el XX Congreso Nacional de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, en Mérida, Yucatán, noviembre de 2007.

Publicado en: PSIQUIATRÍA. ÉPOCA 2 VOL. 24 No. 2 Abril-Junio, 2008

RESUMEN
La relación entre la industria farmacéutica y los médicos es benéfica en muchos sentidos, pues los medicamentos que produce la primera representan la posibilidad de curar y aliviar los síntomas de muchos
pacientes, además de ofrecerles más y mejores años de vida. Esto es especialmente apreciable en el caso de las enfermedades mentales en las que muchos fármacos contribuyen a transformar una existencia
llena de limitaciones en una vida razonablemente satisfactoria.
Sin embargo, también existen algunos aspectos preocupantes desde una perspectiva bioética, los cuales se relacionan con los métodos que utilizan los laboratorios para aumentar las ventas de sus productos.
La participación en la formación de los médicos, la promoción de los medicamentos mediante regalos, el financiamiento de investigaciones y el pago por publicaciones que respalden científicamente sus productos
son sólo algunos de los medios que, de manera advertida o no, pueden afectar la objetividad y credibilidad de los médicos.

INTRODUCCIÓN
La relación entre la industria farmacéutica y los médicos es benéfica en muchos sentidos. Sin embargo, también comprende algunos aspectos que, desde la perspectiva bioética, causan preocupación.
En general, la bioética se puede definir como la reflexión sistemática sobre los problemas morales en las prácticas biomédicas y en las ciencias de la salud (Luengas y cols., 2007). Estos problemas se pueden relacionar con el proceso de adquirir conocimiento y con las aplicaciones que se le dan al mismo. El hecho de que exista una reflexión bioética sobre la industria farmacéutica se relaciona con la doble función que ésta desempeña: su contribución a la adquisición de conocimiento científico y su papel en la atención de la salud.
Todo lo que signifique impulsar la investigación tiene un enorme valor porque la ciencia avanza de acuerdo con una lógica en que cada conocimiento adquirido sirve de base para nuevos conocimientos futuros. En el caso de la industria farmacéutica, se añade el beneficio mucho más tangible de aportar nuevas posibilidades de tratamiento para innumerables enfermedades como resultado de la investigación científica que promueve.
De esta manera, los logros de esta industria se materializan en nuevos medicamentos, que constituyen una de las principales herramientas para curar y aliviar los síntomas de muchos pacientes y ofrecer a éstos más
y mejores años de vida. En el caso de las enfermedades mentales, los medicamentos brindan la posibilidad de transformar una existencia llena de limitaciones en una vida razonablemente satisfactoria.
Las compañías farmacéuticas son negocios y, como cualquier otro, buscan obtener la mayor ganancia por la venta de sus productos y los principales laboratorios del mundo han sido muy exitosos en este
sentido. De hecho, en los últimos años, la industria farmacéutica se ha vuelto una de las más rentables (Lemmens, 2004).
La preocupación de la bioética se refiere a los diversos métodos que utilizan los laboratorios para influir en los médicos, en los investigadores y en las instituciones encargadas de la atención de la salud o del desarrollo de la investigación —funciones que en muchos casos coexisten en las instituciones— y en esta forma aumentar la venta de sus productos.
El apoyo que dan los laboratorios a la educación médica, los equipos de investigación que regalan y las publicaciones, los viajes y los congresos que pagan no son condenables en sí mismos. De hecho, pueden significar una importante ayuda en la formación y desarrollo de los profesionales. Sin embargo, es necesario considerar hasta qué punto esta presencia introduce, al mismo tiempo, conflictos de interés que
representan un problema ético. ¿Se deberían evitar estos conflictos? ¿Se pueden resolver? ¿En quién recae la responsabilidad de evitarlos o resolverlos?
Éstas son algunas de las preguntas que importa revisar. La idea es generar una reflexión que ayude a anticipar y a enfrentar, de la mejor manera, situaciones que, aun cuando son éticamente cuestionables, se enfrentan con frecuencia y forman parte de prácticas que se consideranhabituales. Es necesario que esta reflexión se incluya también en la formación de los médicos y, en nuestro contexto particular, de los residentes de psiquiatría. Esto es particularmente importante si consideramos que los pacientes psiquiátricos requieren, en muchos casos, utilizar medicamentos de por vida, lo que implica un interés todavía mayor, por parte de la industria farmacéutica, por influir en la elección de los médicos para la prescripción de fármacos a lospacientes.
AQUÍ EL ARTÍCULO COMPLETO:


REVISTA PSIQUIATRÍA, ORGANO OFICIAL DE DIFUSIÓN, ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA A.C.

jueves, 13 de enero de 2011

IMBIOMED-L

ESTES ES UN SITIO EN DONDE PUEDES BUSCAR Y BAJAR GRATUITAMENTE ARTÍCULOS DE ALGUNAS REVISTAS LATINOAMERICANAS DE DIVERSAS ESPECIALIDADES. PUEDE SER UTIL EN TU BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN SOBRE SALUD MENTAL.

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miércoles, 5 de enero de 2011

CONGRESOS

Congreso Regional Noroeste Vicepresidenta Región Noreste Dra. María Luisa Moya Palazuelos
Fecha: Viernes 18 a Lunes 21 de marzo de 2011.
Sede: Mazatlán, Sin.


Congreso Regional CentroVicepresidente Región Centro
Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca
Fecha: Jueves 23 a Domingo 26 de junio de 2011.
Sede: Puebla, Pue.



XXII CONGRESO NACIONAL 2011
Presidente Dr. Fernando López Munguía Presidente Electo Dr. Eduardo Ángel Madrigal de LeónFecha: 17 al 21 de Noviembre 2011Sede: WTC, Veracruz, Ver.
______________________________________________
APA Annual Meeting
Aloha!  Plan to attend the 164th Annual Meeting of the American Psychiatric Association from May 14-18, 2011, in Honolulu, Hawaii.  


 
    The 15th World Congress of Psychiatry in Buenos Aires, 18-22 September, 2011    

OAXACA: CONGRESO REGIONAL SUR

Excelente Congreso Regional Sur de nuestra asociación, que se llevó a cabo en septiembre pasado en la bella ciudad de Oaxaca, llevando como tema: La Psiquiatría del México Bicentenario: Logros y expectativas.
La excente organización del evento se debió a un gran equipo, entre los que participaron el Dr. Michael P. Redmond, nuestro vicepresidente de la zona sur, el Dr. Horacio López, coordinador del capítulo Oaxaca, y por supuesto el comite ejecutivo nacional cuyo presidente, el Dr. Fernando López M. dieron a este congreso todas las garantías para que fuera un éxito académico.
El Capítulo Veracruz presentó dos simposios donde participaron socios de nuestro apítulo. Además otros colegas del estado participaron también dentro del simposio de la Sección permanente de Psiquiatría y Espiritualidad.
 
En el  primer  simposio de nuestro capítulo:  "Suicidio: diferentes ámbitos de intervención" participaron los colegas Dr. Luis D. Góngora, Dra. Yleana López D. y un servidor. Se abordaron desde diferentes ángulos clínicos la problemática del suicidio: género, enfermedad bipolar y evaluación de programas de prevención de las conductas suicidas. Un tema siempre complejo que generó buena participación de los asistentes.

 En el segundo Simposio del capítulo Veracruz:  "Trastornos de Ansiedad, conceptos actuales"  participaron el Dr. Antonio Abrego, el Dr. Luis D. Góngora, la Dra. Elvira Cortéz y el Dr. Michael Redmond, se abordaron  las bases neurobiológicas de estos trastornos, continuando con una revisión de los aspectos clínicos del Trastorno por pánico, Trastorno Obsesivo Compulsivo y Trastorno por Estrés Postraumático, con especial atención en los últimos avances de esta área. Sin duda una excelente calidad en las presentaciones de cada uno de los ponentes.
 Los colegas de nuestro estado también participaron dentro de un simposio de la sección permanente de Psiquiatría y Espiritualidad, presidida por nuestro querido Dr. Alejandro Córdova y que se tituló: "El enfoque espiritual dentro del concepto de salud integral". La Dra. Rosario Amieva presentó un abordaje filosófico del estudio de la mente, el Dr. Rubén Torres disertó sobre  la visión filosófica de lo científico y lo espiritual y su relación con su abordaje en el pensamiento occidenta y oriental de nuestra sociedad. Finalmente, el Dr. Córdova dió una interesante revisión acerca de la técnica de entrenamiento de la Atención Plena, su historia y su utilidad clínica. Interesante ponencia sobre un área novedosa en su aplicación en algunos trastornos de la esfera psiquiátrica.
 No podía faltar el disfrutar de unas deliciosas veladas en donde ritmos musicales de la región acompañados de la tradicional Guelaguetza hicieron junto con la comida típica, noches inolvidables para los congresistas.
 La Tradicional Calenda al Palacio de Gobierno de Oaxaca, fué una experiencia inolvidable. Caminar por las hermosas calles de cantera de la ciudad acompañados por música de viento antes de degustar una cena típica Oaxaqueña fue un gran inicio del evento.



El Dr. Horacio López, coordinador del APM en el estado anfitrión, nos dejó verdaderamente impresionados por la logística de todo el evento, en donde se mezclaron una alta calidad académica, con eventos culturales y artísticos muy amenos para todos los congresistas.





Noche de blues en el Pochote -casa-museo del famoso pintor oaxaqueño Francisco Toledo- y un recital en el Teatro Benito Juárez con la soprano Melina Belem, fueron sin duda, inolvidables momentos dentro de las actividades culturales del Congreso.






Una gran oportunidad para ver a grandes amigos y colegas de la región.
¡Pronto nos veremos en el Congreso Nacional que se llevará a cabo en el puerto de Veracruz en este año¡

En resúmen, el Congreso Regional de la zona Sur, fué todo un éxito en el mayor sentido de la palabra. 

Felicitaciones especiales al Dr. Michael Patrick Redmond porque su gran esfuerzo se vió reflejado en un excelente evento que no olvidaremos. 

MEMORIAS DE UN PSIQUIATRA. DE LA CASTAÑEDA AL INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA.

Memorias de un psiquiatra.
De la Castañeda al Instituto Nacional de Psiquiatría
por Ramón de la Fuente
PUBLICADO EN LETRAS LIBRES.
AGOSTO DE 2006

En este texto, el doctor Ramón de la Fuente Muñiz, uno de los pilares de la psiquiatría moderna en México, aborda, a través de retazos de su biografía, la historia de esta especialidad, al tiempo que revisa el avance en el estudio de las patologías de la mente y, por lo tanto, de nuestra naturaleza más profunda.

El último día de marzo de este año falleció el doctor Ramón de la Fuente Muñiz. Su muerte representa una pérdida sensible para nuestra comunidad intelectual. Miembro de El Colegio Nacional, profesor emérito de la UNAM, reconocido nacional e internacionalmente como el creador de la escuela mexicana de psiquiatría, fue también fundador de instituciones. Recibió en vida diversos reconocimientos, premios y grados honoríficos. Autor de textos clásicos sobre la mente y sus perturbaciones –señaladamente su libro Psicología médica– así como de numerosos artículos. El manuscrito que se publica en este número de Letras Libres es, a la vez, una nota autobiográfica y una síntesis de la evolución de la psiquiatría durante el último medio siglo.
Nací en la ciudad de México, en una familia sin carencias ni conflictos. En mi infancia se me describió como un niño reflexivo y un tanto solitario. En mi adolescencia temprana, la condición humana y sus misterios subjetivos suscitaron mi interés a partir de la lectura de un viejo libro de psicología de William James.1 Era inquieto, pero mi padre era liberal y nunca inhibió mis cuestionamientos ideológicos o inquietudes sociales. Cuando inicié la carrera de medicina, tuve la audacia de dar clases de psicología en una preparatoria privada, y ya en la Escuela de Medicina fundé y mantuve la publicación de una revista estudiantil, Allis Vivere. No tenía tintes políticos, sólo pretendía darle vigencia a nuestro lema, “vivir para los demás”.
En México, el escenario académico y científico de la psiquiatría era reducido. Sin embargo, Samuel Ramírez Moreno, Leopoldo Salazar Viniegra, Guillermo Dávila, Alfonso Millán y Mario Fuentes Delgado eran médicos inteligentes, dedicados a entender y atender a los enfermos mentales. A ellos se agregó Dionisio Nieto, neuropatólogo de relieve, emigrante republicano español que enriqueció la naciente psiquiatría mexicana.
La psicología experimental estaba en sus inicios con el impulso de Wundt (1872-1920) y Tichner (1867-1927), fundadores de los primeros laboratorios de psicología. Partían del principio de que la mente era capaz de observar su propio trabajo y usaron la introspección como instrumento para su estudio. Estos autores consideraban que las funciones mentales aisladas eran el objetivo central de la psicología. Más tarde, Watson (1878-1958) y sus seguidores propusieron que la conciencia era sólo un epifenómeno, en todo caso irrelevante. Sólo la conducta explícita podía ser objeto de indagación científica.
En 1956, la educación del médico en la Facultad de Medicina de la UNAM era notoriamente técnica y dejaba a un lado la dimensión humana de los problemas clínicos. Pensé que era necesario que, desde el inicio de su formación, nuestros estudiantes aprendieran que el hombre, en su totalidad, trasciende el estudio minucioso de las partes. Propusimos que el mejor camino era la introducción de una nueva materia, la psicología médica, que podría ser la disciplina puente entre la biomedicina y la sociomedicina: el marco necesario para una orientación humanista. Cuando se incluyó en los programas de la carrera de médico cirujano esta materia y publiqué el libro de Psicología médica,2 estaba abordando un problema que ya enfrentaban en distintas formas las escuelas de medicina de países más avanzados.
Cuando cursaba el tercer año de medicina, conociendo mi interés en los enfermos mentales, Agustín Caso me invitó a visitar el Manicomio de La Castañeda. La imagen de los pacientes harapientos y desaseados, quemados por el sol, compartiendo su escasa comida en los patios de aquel nosocomio, fue para mí dolorosa y traumática. Pensé que esa situación era inaceptable.
Mi distinguido maestro Samuel Ramírez Moreno ponía a concurso entre sus alumnos, en su clase de psiquiatría, dos becas. Para sorpresa de muchos, en lugar de escoger una institución más reconocida, me incliné por ir como residente al Clarkson Memorial Hospital en Omaha, Nebraska, en el servicio de A.E. Bennett, uno de los líderes del cambio radical en la asistencia a los enfermos. En efecto, Bennett fue el iniciador de los servicios psiquiátricos en hospitales generales, como alternativa al trato de asilo en instituciones aisladas y alejadas de las ciudades. Con él aprendí que los enfermos mentales pueden tratarse mejor eliminando su aislamiento y reduciendo su estancia hospitalaria. Continué mis estudios en las Universidades de Columbia y Nueva York, y después, durante algunos meses, visité diversas
instituciones de psiquiatría en Europa. A mi regreso, el doctor Ramírez Moreno me invitó a ser su ayudante tanto en su práctica clínica como en su cátedra en la Escuela de Medicina de la UNAM. Inicié en aquella época un incipiente curso de neuroanatomía funcional.
Mi formación como clínico estuvo muy respaldada por la lectura de La psicopatología clínica, de Karl Jaspers,3 obra cuya primera edición en alemán se publicó en 1913. Fue él quien sistematizó las experiencias psíquicas normales y anormales. Proponía que la primera tarea del psicopatólogo era percibir y describir las diversas manifestaciones mentales patológicas tal y como son experimentadas por los pacientes. Su método, “la reducción fenomenológica”, orientó mi experiencia clínica, que fui construyendo con el estudio minucioso de centenares de enfermos y el trato con sus familiares.
La situación asistencial de los enfermos mentales en México era deplorable, y el rezago de la psiquiatría en comparación con otras ramas de la medicina también lo era. La situación debía abordarse en forma integral. En la Facultad de Medicina, empecé a organizar cursos para la formación de enfermeras psiquiátricas, psicólogos orientados al ejercicio institucional y trabajadores sociales. A la muerte del doctor Millán, se me confió la responsabilidad de desarrollar el Departamento de Psiquiatría, incluyendo un servicio de salud mental para los alumnos. Me propuse entonces fortalecer el curso de psicología médica, al que intenté dar contenido formal. Este curso ejerció y continúa ejerciendo una influencia estimable en la enseñanza de la medicina en nuestra Facultad. Desde su ingreso, nuestros estudiantes aprenden a enfocar los problemas de la medicina desde un punto de vista biopsicosocial.
Un impulso importante en el campo asistencial fue desarrollar, en el Hospital Español de México, un Servicio de Psiquiatría a semejanza del servicio de A.E. Bennett, en el que me había formado. Este Servicio sigue siendo un modelo por seguir.
En 1952, tuve el privilegio de formar parte del pequeño grupo de médicos que recibió, durante cinco años, las enseñanzas y el adiestramiento en psicoanálisis de Erich Fromm. Mi contacto estrecho con el maestro y mi prolongado psicoanálisis personal fue esclarecedor. De Fromm asimilé, más que nada, su fino humanismo y su proyección social.
He de decir que hasta entonces persistía la influencia de Descartes, a quien debemos el concepto de que el hombre está constituido por dos esencias distintas: una extracorpórea, la mente pensante, consciente y eterna; y otra corpórea, sujeta a las leyes de la naturaleza. Esta dicotomía se expresaba en el campo de la psiquiatría en dos vertientes: la que se basaba en una concepción de la mente como algo inseparable del cerebro, y la que se limitaba a su estudio mediante métodos y conceptos psicológicos.
Decisivo fue también para mí conocer la posición del biólogo vienés Ludwig von Bertalanffy. Su propuesta de sistemas abiertos e interactuantes era el marco científico ideal para integrar la biología, la psicología y la sociedad.
El profesor Auspern, discípulo de Bertalanffy, quien abandonó Viena y se refugió en Chile, vino a México a invitación nuestra, y dictó en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Español un ciclo de conferencias sobre “La Teoría de los Sistemas Abiertos”, inspirado en su maestro. Este enfoque me abrió camino para sistematizar la investigación y la enseñanza. Nuestros genes nos determinan, pero la experiencia y, señaladamente, la educación, nos complementan. La sociedad y la cultura nos troquelan y nos individualizan. Los problemas de la salud mental y sus desórdenes no son comprensibles del todo si no se los examina en términos de la relación del cerebro, la experiencia y las circunstancias sociales.
Entre 1940 y 1960, particularmente en Estados Unidos, la psiquiatría se apartó de sus raíces biológicas y de la medicina experimental, y derivó del psicoanálisis –cuyo impacto en la vida social y cultural del siglo XX se debe reconocer– su principal ímpetu intelectual. En las cuatro últimas décadas, sin embargo, merced a los avances de las neurociencias, ese marco de orientación ha perdido vigencia, y la psiquiatría ha iniciado la construcción de un nuevo marco teórico. Hoy en día, el objetivo principal de la investigación científica en la psiquiatría está en relacionar hallazgos derivados de los enfoques neuroanatómico, funcional, neuroquímico y molecular, para establecer las bases de una psicopatología que debe también absorber el aporte social.4
¿Cuáles son algunas de las principales aportaciones de la biología que han transformado profundamente nuestro campo? Conviene consignar que el vuelco hacia la nueva perspectiva se inició en la década de 1960, con la introducción en la clínica de fármacos con propiedades insospechadas, que suprimen síntomas como la depresión, la angustia y la pérdida del contacto con la realidad, y rectifican así el curso y el desenlace de algunas de las enfermedades mentales más frecuentes. La búsqueda de fármacos psicoactivos más eficaces y menos tóxicos ha conducido al desarrollo notable de la neuropsicofarmacología, y ha sido un impulso poderoso para la investigación de las relaciones entre la mente y el cerebro.
El descubrimiento de los primeros neurotransmisores, y la identificación de sus receptores específicos en la superficie de las neuronas, abrieron una nueva perspectiva. La sinapsis, la unión intercelular, se convirtió en el foco central de interés de los neurobiólogos, los neuroquímicos, los farmacólogos y los psiquiatras.
El paso subsecuente ha sido explorar los cambios que la activación de los receptores causa en el interior de las neuronas: apertura de canales iónicos, segundos mensajeros, fosforilación de proteínas e incluso la expresión del gen. Hoy en día se avanza lentamente en el conocimiento de las acciones secundarias y terciarias de los fármacos psicoterapéuticos y de los sistemas neurales implicados en la conducta normal y patológica.
Con base en los mecanismos de acción de la primera generación de sustancias psicoactivas –antidepresivos y antipsicóticos–, se comprobó que en enfermedades psiquiátricas donde no se habían identificado alteraciones estructurales, sí las hay: tanto en el nivel molecular como en sistemas neuronales específicos. Las nuevas tecnologías derivadas de la ciencia básica han permitido identificar alteraciones estructurales y funcionales desconocidas hasta hace poco tiempo.
Hoy reconocemos que el desarrollo del cerebro tiene, además de un componente biológico, un componente sociocultural. Así como, con base en un programa genético universal, todos los humanos adquirimos un idioma propio, también compartimos la situación existencial y aprendemos a vivir en un contexto cultural propio.
Otra aportación fundamental ha sido el esclarecimiento de la plasticidad del cerebro. En efecto, mediante el reforzamiento de sinapsis modificables y el establecimiento de nuevas comunicaciones entre terminaciones nerviosas finas, el cerebro cambia estructuralmente. Esto ha sido la clave para empezar a comprender, en términos neurales, el aprendizaje, la memoria y los cambios durables producidos por la farmacoterapia y la psicoterapia. Empezamos a conocer cómo las experiencias y los fármacos modifican los sistemas neuronales en el nivel de la persona. La plasticidad del cerebro conduce a la noción de que, en constante interacción con el ambiente, el cerebro se construye a sí mismo a través de la vida.
Pero sin duda, la mayor aportación de la biología son los avances en la genética. Como es sabido, la biología molecular preside en la medicina una revolución de grandes consecuencias. A su amparo, se han identificado ya algunos genes y proteínas implicados causalmente en diversas condiciones psiquiátricas. En la última década, los métodos de la biología molecular han hecho posible la localización de genes mutantes y la identificación y purificación de las proteínas correspondientes.
Se han identificado genes responsables del riesgo de sufrir diversas condiciones psicopatológicas. Está a la vista la “alarmante posibilidad” de identificar, en las familias, a los miembros con vulnerabilidades genéticas específicas y, en un tiempo aún no previsible pero menos distante de lo que pudiera pensarse, podrán desarrollarse terapias génicas para algunos trastornos psiquiátricos.
Otra línea de investigación condujo al descubrimiento de péptidos hipotalámicos, estimulantes de la secreción de hormonas hipofisiarias, un eslabón faltante en la cadena que va de los eventos sociales y psicológicos a la intimidad de los tejidos. El esclarecimiento de la interacción recíproca de los sistemas de defensa, el sistema psiconeural del estrés y el sistema inmunológico, ha revelado una forma concreta y fundamental de cómo la mente y el cuerpo se comunican y se influyen mutuamente.
A partir de 1980, la aplicación de criterios de inclusión y exclusión, condujo a una nueva clasificación de los trastornos psiquiátricos. Tales sistemas, ateoréticos, representan un avance real en la taxonomía. Por otra parte, los métodos clinimétricos nos aproximan al ideal de la descripción objetiva de los datos subjetivos, y nos permiten manejarlos con una precisión cercana a la de otros datos científicos. Ocurre que la formación de grupos homogéneos de enfermos constituye, pues, un paso necesario para elevar la calidad y credibilidad de las investigaciones clínicas.
Las nuevas tecnologías disponibles permiten visualizar alteraciones en la estructura, funciones y componentes químicos del cerebro en condiciones normales y patológicas. Las técnicas de imágenes: las tomografías computada y por emisión de positrones, así como la resonancia magnética funcional, son instrumentos para la exploración no invasiva del cerebro humano, y aportan imágenes de una resolución suficiente para identificar cambios muy finos no sólo en la estructura, sino también en la bioquímica cerebral. Como ejemplo de ello están las drogas de abuso –cocaína, morfina, anfetamina y alcohol–, que son adictivas porque sobreestimulan el sistema dopamínico, cuyo circuito neural ha podido delimitarse por medio de dichos desarrollos tecnológicos y con el uso de marcadores específicos.
Otro punto que es necesario mencionar es el de los avances en las bases neurobiológicas de la psicoterapia. En esencia, la psicoterapia es un aprendizaje de nuevas formas de pensar, de sentir y de relacionarse con los demás, a través del autoconocimiento, del examen de las experiencias subjetivas y de su significado. Ciertamente, a la psicoterapia le ha faltado apoyo científico, pero no tengo dudas de que, al igual que la educación o la publicidad, la psicoterapia suscita cambios en el modo de pensar, sentir y actuar de las personas.
El eje de la influencia psicoterapéutica es la comunicación del médico y el paciente en el contexto de una alianza. Su práctica ha experimentado en las últimas décadas cambios radicales. Lo más notable es, a mi juicio, la identificación de sus bases neurales. En efecto, la tomografía por emisión de positrones ha mostrado cómo la psicoterapia produce, en forma semejante a la farmacoterapia, cambios estructurales en el cerebro capaces de rectificar algunos de los causados por la patología.
Los puntos que he mencionado son algunos ejemplos de los avances que han conducido a una reconfiguración del campo de la psiquiatría, más aún que en otras ramas de la medicina.
En 1979, junto con un grupo de colegas y alumnos, pensamos que había llegado el momento de crear una institución a la altura de estos cambios radicales: fundar un instituto de investigación y de formación de personal en todos los niveles. El apoyo y la colaboración de todos ellos me permitieron, paso a paso, materializar lo que es el ahora Instituto Nacional de Psiquiatría. Desarrollamos el Instituto con laboratorios de investigación básica y clínica, así como una área de estudios epidemiológicos; y sólo después construimos el hospital. Temía que las demandas de la clínica absorbieran los recursos. Sabía que la clave para mantener el Instituto a la vanguardia estaba en la investigación.
La aportación más importante de la biología a la psiquiatría, en la segunda mitad del siglo XX, ha sido restablecer la unidad de la mente y el cuerpo mediante los métodos de la investigación científica; abordar los desórdenes del pensamiento, el afecto y la conducta en su sustrato neural y molecular, sin soslayar su dimensión social, y haber desarrollado los medios para alterar favorablemente el curso de algunas de las enfermedades y desórdenes más frecuentes. He tenido la fortuna de ser testigo de esos cambios y de participar en algunos de ellos, de difundirlos, y de llevarlos al terreno de la clínica para beneficio de los enfermos. Mis maestros y mis discípulos lo hicieron posible. ~
Agradecemos al Dr. Juan Ramón de la Fuente la autorización para publicar este texto.
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1 La primera edición de este texto en inglés apareció en 1890. Casi un siglo después lo reedita el American Council of Learned Societies y es el propio doctor De la Fuente, quien dirigía la Biblioteca de Psicología y Psicoanálisis del Fondo de Cultura Económica, quien sugiere su traducción al español en 1989. En el prólogo, De la Fuente señala: "Hay realidades que son patentes: se mezclan, se desvanecen y regresan; que pueden ser entendidas aun cuando no puedan ser medidas con precisión. ¿Quién puede medir el odio o la influencia personal? Los temas del pensamiento intuitivo no pueden ser concebidos geométricamente. Se trata de cosas evidentemente reales, pero que son subjetivas."
2 Psicología médica se publicó en 1959, y fue adoptado como texto en prácticamente todas las escuelas de medicina de América Latina. Ha tenido, en sus dos ediciones, más de treinta reimpresiones.
3 La versión en inglés más conocida de esta obra de Jaspers, General Psychopathology, fue publicada por la University of Chicago Press en 1963.
4 En el libro de El Colegio Nacional Una visión integradora, compilado por Francisco Bolívar y Pablo Rudomín, hay un artículo al respecto ("Mente y cerebro", pp. 221-239, 2001), en el que se desarrollan más ampliamente algunos aspectos básicos de esa compleja interacción.

martes, 4 de enero de 2011

FELIZ 2011


Estimados (as) colegas,  socios (as) activos y afiliados:

Reciban un afectuoso saludo y los mejores deseos para que este año y siempre gocen de salud, prosperidad y sigan cosechando éxitos personales y profesionales.
Este año 2011 es de gran importancia para la proyección de nuestro capítulo estatal, pues en noviembre se llevará a cabo en el WTC del Puerto de Veracruz, el  Congreso Nacional de nuestra Asociación.
En los siguientes días, recibirán información con respecto a las actividades que llevaremos a cabo preparándonos para ser anfitriones de este evento, invitándoles a participar en cada una de ellas.
Reciban un afectuoso abrazo.
Atentamente
Rodrigo Morales García
APM, capítulo Veracruz
Xalapa, Ver; 1º de enero del 2011.